La Fiesta de San Patricio es muy celebrada en Irlanda, de donde es patrón, y sobre todo en Estados Unidos. Cada 17 de marzo se organiza en Nueva York un gran desfile por la Quinta Avenida en la que participan multitud de personas vestidas de verde.
Este buen santo nació en la actual localidad escocesa de Killatrick, entre Dunbriton y Galsgow. Era de familia romano-británica de convicciones cristianas, su padre llamado Calfurnio era diácono y su abuelo sacerdote. En algunos libros nos sale el nombre de su madre, Conquesa y también el de su hermana pequeña, Lupita. La fecha de nacimiento se suele situar entre los años 377 y 385.
Todas las fuentes consultadas, coinciden en que cuando nuestro amigo tenía 16 años fue apresado por unos piratas irlandeses y que lo tomaron como esclavo junto a otros prisioneros. San Patricio fue llevado a Irlanda y allí fue comprado por un ganadero que le destinó al pasto de ovejas y al cuidado de montes y bosques. Durante todo este tiempo entró en él una auténtica devoción hacia Jesús, dedicando muchas horas a la oración. Al cabo de cinco o seis años consiguió escapar en un barco que se dirigía a Italia. Allí se ordenó de sacerdote y entró en contacto con San Germán que le enseñó todo lo necesario para evangelizar. En el año 432 fue ordenado obispo de Irlanda, un cargo difícil, si tenemos en cuenta que el cristianismo en aquella nación se desconocía. San Patricio empezó a crear comunidades cristianas por todo el país y predicando el Evangelio a todo aquél que lo quería escuchar. Levantó iglesias, fundó diócesis, bautizó, ordenó sacerdotes ... en definitiva, fue un auténtico misionero. Cabe mencionar, que en aquella época, Irlanda estaba dividida en un gran número de tribus que formaban diferentes estados. Tuvo que pedir el permiso del jefe (rey) de cada territorio para su evangelización y para convencerlos no escatimaba en regalos, el dinero de los cuales procedía de su propia fortuna familiar.
Patricio vivía en absoluta pobreza y rechazaba todo tipo de limosnas personales; todo el dinero que recogía lo destinaba a los más pobres y a la evangelización.
Como todos los santos, su vida se adorna de leyendas o tradiciones como las que hizo huir a todas las serpientes de Irlanda o que enseñó a los irlandeses a destilar. San Patricio falleció en la ciudad de Down el 17 de marzo de entre los años 461 al 464.